Los antibióticos son medicamentos que sólamente sirven para tratar infecciones producidas por bacterias. Su toma puede ser contraproducente en el caso de no estar indicado, como es el caso de resfriados o gripes, por lo que deben ser prescritos siempre por un médico.
El uso incorrecto de antibióticos también produce aumento de resistencias de las bacterias a estos medicamentos, de tal manera que, cuando sea necesario su uso en un futuro, no haga efecto en la persona que los ha tomado con frecuencia sin indicación médica.
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