El objetivo de este protocolo es el conseguir la inclusión de los niños que padecen el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, uno de los más diagnosticados en las consultas de los equipos de salud mental y los servicios de neuropediatría.
Al tener una importante repercusión tanto en el ámbito familiar como en el escolar, era preciso realizar un protocolo que seguir desde el ámbito escolar, para garantizar una correcta atención a los menores que presenten este trastorno.
Ha sido realizado por múltiples profesionales tanto del ámbito sanitario como de la educación y asociaciones.