Problemas de salud en el niño prematuro
El mero hecho de nacer prematuro hace que el bebé tenga algunas funciones menos desarrolladas.
Esto puede producir dificultades en la adaptación a su vida fuera del útero de su madre necesitando cuidados especiales:
- Depende del grado de prematuridad, el bebé puede presentar problemas respiratorios tales como apnea (pausas sin respirar), neumonía o síndrome de dificultad respiratoria (producida por la falta de un agente tensioactivo, llamado surfactante, que hace que los pulmones no se colapsen).
- La inmadurez neurológica influye en una peor adaptación tras el parto. Esto, junto a que el cerebro del bebé es más sensible, puede aumentar la probabilidad de hemorragias intraventriculares, convulsiones, etc.
- Hipotensión arterial, persistencia del ductus arterioso (mantenerse abierta una comunicación entre la arteria pulmonar y la aorta que se cierra normalmente en el nacimiento).
- Problemas oculares. La retinopatía del prematuro, que es una enfermedad con un desarrollo anormal de vasos sanguíneos en la retina que puede producir un desprendimiento de la retina con ceguera posterior en casos muy graves.
- Infecciones por la inmadurez del sistema inmunitario.
- Puede presentar con mayor frecuencia hipoglucemias y alteraciones del calcio, fósforo, sodio, potasio, etc.
- El control de temperatura no lo tiene totalmente desarrollado por lo que puede presentar pérdida de calor más frecuentemente que un niño nacido a término.
- Presenta inmadurez en el reflejo de succión, como consecuencia, les va a costar más la lactancia materna precisando, en ocasiones, sondaje para alimentarlo.
- Reflujo gastroesofágico, que es normal en hasta el 75% de los lactantes menores de 4 meses, se produce con más frecuencia en prematuros, debido a su inmadurez. Sólo será patológico si el recién nacido no coge peso de forma adecuado y es cuando se realizará un estudio más completo.
- Y a largo plazo puede presentar:
- Fallo del crecimiento.
- Mayor probabilidad de alteraciones del desarrollo como trastornos del aprendizaje, trastornos del habla, trastornos motores finos, déficit de atención e hiperactividad, trastornos de conducta, trastorno cognitivo. Menor rendimiento académico. Todo esto se puede prevenir con la Estimulación Temprana en los Centros de Atención Temprana.