Popularmente conocido con speed o crystal (nada tiene que ver con la forma cristal del éxtasis).
Se puede consumir por vía oral, inhalada, fumada o inyectada. Es una sustancia estimulante con elevado poder adictivo, apareciendo la tolerancia con gran rapidez, lo que obliga a aumentar la dosis de consumo para general el mismo efecto.
Se sintetizó por primera vez en 1894, en Japón, y su uso se popularizó entre los combatientes japoneses y alemanes durante la II Guerra Mundial. Su consumo actual está relacionado con delincuencia, marginación y desestructuración social.
Los efectos secundarios pueden ser: