Durante las últimas semanas del embarazo (alrededor de 6 respecto a la fecha prevista de parto) se pueden realizar masajes perineales con algún tipo de solución oleosa adecuada como el aceite de Rosa de Mosqueta.
Esto, acompañados con ejercicios de Kegel que son ejercicios de contracción del músculo pubocoxígeo, favorecen una mejor distensión y relajación de los tejidos durante el nacimiento de la criatura, evitando los desgarros.
Los masajes se realizan durante unos pocos minutos, entre 4 y 5 veces a la semana, introduciendo los dedos en la vagina en la parte posterior y efectuando movimientos ondulantes de manera firme, pero con suavidad. Lo puede hacer tanto la mujer misma como su pareja.
Tema desarrollado por el grupo Maternidad y Más