Se consume y se vende como si fuera éxtasis, aunque no lo sea.
Su consumo es vía oral en forma de polvo o comprimidos. Es estimulante y alucinógena y puede producir dolor de estómago, vómitos, dolor de cabeza, daño renal, alteraciones psiquiátricas (como cuadros psicóticos, reacciones de pánico o crisis de violencia).