Entre las drogas de síntesis, la más conocida es el éxtasis (3, 4-metilendioximetanfetamina).
Fue investigado en la década de los cincuenta por el ejército norteamericano a la búsqueda de un fármaco para forzar a los prisioneros a declarar. Posteriormente se llegó a usar como tratamiento para la depresión. En los años ochenta el consumo se relacionó en un contexto recreativo.
Su consumo es vía oral produciendo incremento de la sensación de energía, euforia, aumento de la confianza y seguridad en sí mismo, aumento de empatía y sociabilidad, etc.
Existe una forma de presentación llamada “cristal”. Son sales cristalizadas de la misma sustancia. Su consumo es vía oral, introduciéndola en cápsulas o en un trozo de papel de fumar (“bombitas”), aunque también se puede fumar, inhalar o inyectar.
Los efectos secundarios son: