Cómo educar a nuestros hijos sobre sexualidad
Es normal sentirse incómodo cuando se tratan estos temas con los hijos pero es importante que la familia realice una educación sexual sana.
Así pues, hay que tener en cuenta que:
- La educación sexual debe hacerse fundamentalmente desde la familia complementada con la formación en las escuelas.
- Es muy importante mencionar el tema del afecto y de las emociones que van de la mano al desarrollo sexual y comienzan a construirse desde los primeros meses de vida.
- No limitar la sexualidad a la genitalidad. Hay que construir y comprender la sexualidad como un valor humano, y reconocer los valores que lleva implícitos (placer, ternura, respeto, igualdad, intimidad, confianza, etc).
- Hay que educar siempre desde lo positivo y no desde lo negativo, fomentando la autoestima del niño.
- Muchos niños nunca preguntan. Es conveniente preguntar qué quieren saber y qué es lo que saben.
- Es importante dar seguridad al hijo siempre que se pueda.
- No hay que hacer interpretaciones de lo que hacen los niños con ojos de adultos.
- Si no se siente capacitado para explicar a su hijo sobre sexualidad, busque qué recursos hay en el barrio, pueblo o ciudad donde encuentre información como libros, folletos, documentales acordes con su edad, escuelas, comunidades religiosas y grupos juveniles.
- Conviene dejarles claro que con nosotros se puede hablar de sexualidad y que estamos dispuestos a hacerlo, si es que ellos quieren, porque no debe ser impuesto. De esta manera le damos a entender que nos importa su felicidad y bienestar.
- Hay que depositar en ellos el grado de responsabilidad que corresponda a su edad y hacerles ver que algunas decisiones traen consecuencias y que, por tanto, debe existir un mínimo de reflexión a la hora de decidir.
- Respetar el pudor, los secretos de nuestro hijo y sus silencios.
- Y sobre todo, escuchar, escuchar y escuchar.
Los expertos opinan que muchas de las situaciones que los chicos y chicas viven entre los 12 y 21 años, están condicionados por experiencias de la infancia. Una normalización de la sexualidad, y una buena información al respecto, favorece una mejor autoestima en el niño y una actitud positiva hacia su sexualidad, lo que implica seguridad, sentirse bien consigo mismo, disfrutar de sus emociones y sensaciones.
Según un informe elaborado por la Red Europea de la Federación Internacional de Planificación Familiar, la educación sexual en España es insuficiente o casi inexistente, sobre todo en las zonas rurales. Y las actitudes de los jóvenes están condicionadas por estereotipos, mitos y creencias erróneas sobre la sexualidad.