Tipos de trastornos de la conducta alimentaria

Lun 28 de May de 2018

Dependiendo del cambio de peso y del deterioro psicosocial se dividen en:

  • Anorexia nerviosa.
  • Bulimia nerviosa.
  • TCA no especificado.

El inicio de estos trastornos suele ser entre los 12 y 25 años, pero puede aparecer también en personas adultas.

Anorexia nerviosa

La anorexia nerviosa se caracteriza por:

  • Restricción de ingesta en relación a sus necesidades.
  • Miedo a ganar peso o a engordar o comportamientos que interfieren en el aumento de peso.
  • Alteración de la percepción de uno mismo de su propio peso o constitución, o falta persistente de reconocimiento de la gravedad del bajo peso corporal actual.
  • Puede ser:
    • Tipo restrictivo: no presenta atracones.
    • Tipo atracones/purgativa: ha presentado episodios de atracones.

Síntomas físicos

  • Descenso de la temperatura corporal.
  • Enlentecimiento del ritmo cardíaco junto a hipotensión arterial.
  • Arritmias cardíacas, aumentando el riesgo de muerte súbita.
  • Anemia junto a cansancio y alteraciones menstruales.
  • Pérdida de la regla.
  • Retraso de la pubertad o del crecimiento en adolescentes.
  • Disminución de la fertilidad.
  • No llegar a alcanzar la talla previsible.
  • Disminución de la fertilidad.
  • Caída de pelo, con pérdida de brillo.
  • Lanugo, vello que sale por todo el cuerpo, similar al de los recién nacidos.
  • Sequedad de piel.
  • Uñas rotas.
  • Estreñimiento.
  • Dolor abdominal.
  • Por la deshidratación y desnutrición, desmayos, convulsiones o pancreatitis.
  • Caries, coloración de los dientes o infecciones por los vómitos reiterados.

Síntomas psicológicos

  • Pensamientos obsesivos sobre el cuerpo, peso, comida, gordura.
  • Trastornos en la memoria, concentración y atención.
  • Percepción exagerada del tamaño del propio cuerpo.
  • Muy perfeccionistas.
  • Baja autoestima y baja confianza en sí mismo.
  • Cambios bruscos del estado de ánimo.
  • Aislamiento familiar y social.
  • Estado de ánimo depresivo.
  • Ansiedad con la comida, ropa…
  • Gran autodisciplina, rigidez.
  • Mayor actividad física, tanto en intensidad como en frecuencia.
  • Maniobras con la comida.
  • Mayor susceptibilidad.

Tratamiento

Es importante acudir al médico de familia que se encargará de diagnosticar y, si es necesario, derivar a unidades especializadas con la implicación de múltiples profesionales. En algunas ocasiones, es necesario el ingreso para mayor control.

Bulimia nerviosa

Se caracteriza por:

  • Presencia de atracones recurrentes, 1 vez a la semana durante un período de 3 meses mínimo.
  • Sensación de pérdida de control sobre la ingesta de alimento durante el episodio.
  • Conductas compensatorias recurrentes (al menos una vez a la semana durante un período de 3 meses mínimo) e inapropiadas con el fin de no ganar peso como:
    • Provocación del vómito.
    • Uso excesivo de laxantes, diuréticos, enemas u otros fármacos.
    • Ayuno excesivo.
    • Ejercicio excesivo.
  • No hay diagnóstico de anorexia nerviosa.
  • Autoevaluación está excesivamente influenciada por el peso corporal y su figura.

Síntomas físicos

  • Aceleración del ritmo del corazón.
  • Dolor de garganta, coloración de la dentadura, infecciones en boca y caries producidos por los vómitos.
  • Alteraciones menstruales.
  • Trastornos gastrointestinales.
  • Deshidratación, edemas.
  • Potasio bajo que produce:
    • Arritmias cardíacas.
    • Calambres.
    • Entumecimiento de extremidades.

Síntomas psicológicos

  • Gran impulsividad y bajo autocontrol.
  • Cambios de humor.
  • Miedo a subir de peso y deseo compulsivo de perderlo.
  • Alteración de su imagen corporal.
  • Sensación persistente de hambre.
  • Baja autoestima.
  • Sensación de culpa.
  • Síntomas depresivos.
  • Irritabilidad.
  • Egocentrismo.
  • Consumo de drogas para intentar controlar el apetito y el peso.
  • Ansiedad.

Tratamiento

La bulimia nerviosa no es una enfermedad banal y siempre es necesario un seguimiento y tratamiento individualizado. Es importante acudir al médico de familia que se encargará de diagnosticar y, si es necesario, derivar a unidades especializadas con la implicación de múltiples profesionales. En algunas ocasiones, es necesario el ingreso para mayor control.

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