La cocaína es un potente estimulante del sistema nervioso central, siendo una de las drogas con más poder adictivo. Su consumo se realiza generalmente por vía inhalatoria o, lo que es lo mismo, esnifada.
La cocaína procede de un arbusto cuya denominación es Erytroxilon coca. Las culturas indígenas de los países productores usaban la coca con carácter ritual y por sus propiedades energéticas. Al mascar las hojas procedentes de la planta, la cantidad de principio activo absorbida por el organismo era muy reducida, por lo que las consecuencias adversas eran también muy reducidas. Sin embargo, a partir de finales del siglo XIX aislaron su principio activo, apareciendo otras formas de uso con mayor potencial dañino al producir efectos más intensos y rápidos.