Abarca desde la semana 41 a la semana 42 de gestación.
Para la madre cumplir y no ponerse de parto se hace muy cuesta arriba, pero en ocasiones ocurre.
Con frecuencia se programa la inducción del parto para el día que se cumplen 41 semanas y cinco días, y esa misma noche, el bebé decide salir.
Durante estos días es bueno pensar que el bebé sabrá lo que tiene que hacer y aprovechar y disfrutar de los últimos coletazos de la gestación.
El bebé estará más vigilado que nunca, con monitorización del ritmo de su corazón y la frecuencia de sus movimientos. Que tarde en salir no implica que vaya a ser más gordito o más grande.
La inquietud de la madre también la vive la pareja, ¡cómo no!, así que habrá que poner al mal tiempo buena cara y transmitir SIEMPRE mensajes positivos.
Es lo que ella más necesita, ni flores ni bombones. Insistir e insistir en que lo va a hacer muy bien y que puede con eso y con más y que por supuesto todo va a salir fenomenal.
Trucos para iniciar el parto aunque puede no funcionar: