Las razones son muy variadas:

• El alcohol es una droga que está integrada en nuestra sociedad y normalizado su consumo, percibiéndola los adolescentes y jóvenes como menos peligrosa.

• La alta disponibilidad y la facilidad de acceso al alcohol por parte de los adolescentes.

• La relación del alcohol con la diversión y el ocio. Con las comidas, las reuniones, celebraciones o fiestas.

• La absoluta seguridad de que cualquier consumo de alcohol en el adolescente es perjudicial y problemático tanto para su salud como para su desarrollo personal.

• Y porque cada año unos 20.000 menores sufren una intoxicación etílica, de ellos, unos 5.000 acaban siendo atendidos por los servicios de urgencias.

La familia es el principal responsable de la salud, seguridad y bienestar de sus hijos, por esta razón es la familia un pilar fundamental en la prevención del consumo de cualquier droga, incluido el tabaco y el alcohol, en los hijos adolescentes. Esto también evitará futuras dependencias a sustancias.

Todas las acciones para prevenir el consumo de drogas desde la familia van a estar orientadas a mejorar la relación familiar y la confianza de nuestro hacia nosotros.

• Informarles sobre las drogas y sus efectos dañinos. Favorecer la discusión familiar sobre el abuso de sustancias legales e ilegales.

• Explicar las ventajas de no consumir alcohol.

• Transmitirle el mensaje claro de que todo consumo de cualquier droga es peligroso. Todo consumo implica un riesgo.

• El apego en este, como en todos los temas de la vida de nuestros hijos, es fundamental. Demuestre su cariño, que se sienta apoyado.

• Establecer normas y límites claros por parte de los padres en relación al consumo de drogas.

• Trasmitir valores.

• Elogias conductas saludables y predicar con el ejemplo siendo una familia con estilos de vida saludables. Gran parte de la actuación de nuestros hijos es por imitación.

• Enseñarles a resistir las presiones de sus amigos y a ser responsables de sus actos.

• Reflexionar sobre el sentido de la palabra “amistad”. Un amigo no te pediría que hicieras algo perjudicial para ti.

• Reforzar su autoestima y autonomía responsable.

• Hacerle consciente de sus virtudes y en la búsqueda de otras.

• Facilitar alternativas de ocio y tiempo libre saludables.