Enfermedad Celíaca

Es una intolerancia al gluten para toda la vida. El gluten es una proteína que se encuentra en el TRIGO, CEBADA, CENTENO Y AVENA.

No está ni en el maíz ni en el arroz. Esta intolerancia afecta a las vellosidades del intestino delgado produciendo una inflamación y a su vez, la mala absorción de nutrientes como el hierro, calcio, vitaminas…etc


¿A quiénes afecta?

A individuos genéticamente predispuestos y con factores ambiental propicios (por ejemplo, la edad de introducción del gluten en la alimentación complementaria en la etapa infantil).
No es una patología heredada. Es una enfermedad autoinmune es decir que el organismo se “autoataca”


¿Qué síntomas nos puede orientar?

En la infancia diarrea crónica, vómitos pérdida de apetito, distensión abdominal o “barriga hinchada” irritabilidad/tristeza, talla baja, anemia, perdida de masa muscular, anemia por falta del hierro.
En la adolescencia, frecuentemente suele aparecer sin síntomas, pero también pérdida de peso, fallo en el crecimiento, retraso puberal, heces pastosas, menstruaciones irregulares, dolores articulares, cefaleas o dolores de cabeza, llagas en la boca.
Además, hay unas manifestaciones en la piel conocida como “dermatitis herpética” que se produce como una erupción crónica parecida a la urticaria, en forma de brotes.


¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de sospecha se hace por los síntomas, la exploración, ser de grupo de riesgo y una analítica. A veces, es necesario hacerse una biopsia intestinal para confirmar el diagnóstico, pero no es obligatorio. (cogen una pequeña parte de intestino, y analizarlo al microscopio, y se hará siempre antes de retirar el gluten de la dieta de nuestro hijo) .
Es recomendable estudiar también a los hermanos, padres de la persona diagnosticada, porque puede ser que haya algún familiar con esta patología.


¿Cuál es su tratamiento?

El único tratamiento eficaz es la dieta estricta sin gluten para toda la vida.
 Esta patología, no se cura, pero consigue que sus síntomas desaparezcan y se repare la lesión intestinal.  Disminuye el riesgo de tener otras patologías autoinmunes como diabetes, tiroiditis o algún tipo de cáncer.

Pueden consumir otros cereales como el maíz o el arroz, leche y derivados, carne, pescado (sin rebozar con gluten) huevos, fruta, verdura, patatas, legumbres. En los alimentos procesados cuidados porque muchos llevan gluten como aditivo, por ello es importante revisar bien todos sus ingredientes.
Nunca retirar el gluten sin haberse realizado la confirmación por parte de del personal sanitario.
Para prevenirlo, no se recomienda introducir los cereales antes de los 4 meses ni ofrecer grandes cantidades durante los primeros meses tras su introducción.  

Más información:
-Asociación de Celiacos de Extremadura.
 

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