Un solo cigarrillo puede elevar la tensión arterial durante 15 minutos y aumentar la frecuencia cardiaca de 10 a 15 latidos por minuto, con las consecuencias que esto puede acarrear en la salud.

El tabaco:

• Acorta la vida de los fumadores entre 11-12 años.

• Produce el 30% de todas las muertes por cáncer y un total de 50.000 muertes/año en todas España.

• Produce más del 90 % de los casos de bronquitis.

• Produce el 95 de los cánceres de pulmón.

• Producen el 30% de todas las cardiopatías congénitas.

Existen efectos a corto y a largo plazo.

Efectos a corto plazo

• Manchas en los dientes, infecciones y caries dental.

• Sequedad de piel con tendencia a aparición precoz de arrugas, sobre todo en la zona superior de la boca, alrededor de los ojos, barbilla y mejillas. Además, la piel coge una coloración grisácea que recibe el nombre de “rostro del fumador”.

• Mal aliento, mal olor corporal por impregnación del olor del tabaco.

• Manchas amarillentas en uñas y dedos.

• Aumento de catarros de repetición.

• Tos y expectoración sobre todo por la mañana.

• Disminución del rendimiento deportivo por disminución de la capacidad pulmonar.

• Fatiga prematura.

• Disminuyen los sentidos del gusto y del olfato.

Efectos a largo plazo

• Dependencia psicológica.

• Reacciones de ansiedad, irritabilidad, insomnio, dolor de cabeza, fatiga, aumento del apetito, dificultad de concentración… ligados por la falta de tabaco a las pocas horas de dejar de fumar. Esto desaparece al volver a fumar ya que es un síndrome de abstinencia (“mono”) a la nicotina.

• Bronquitis crónica y enfisema pulmonar.

• Hipertensión arterial.

• Angina de pecho o infarto de miocardio.

• Accidentes cerebrovasculares como hemorragias cerebrales, trombosis cerebral o embolias.

• Úlcera gástrica.

• Impotencia sexual en los hombres.

• Cáncer tanto de laringe, como de labio, lengua, faringe, pulmón, riñón, vejiga, mama, cérvix, páncreas, estómago, hígado y esófago.