De la semana 13 a la 16.
A lo largo de este mes, el útero se podrá ir tocando a través del abdomen y llegará a estar a mitad de camino entre el pubis y el ombligo. Alcanzará el tamaño de un pomelo.
Se comienza el segundo trimestre y, para la mayoría de las madres, es el mejor periodo del embarazo.
El bebé intrauterino seguirá con su crecimiento, pasando de unos 80 gramos a unos 250 gramos.
Durante estas semanas se visualiza el aparato genital externo, permitiendo descubrir, para quien lo quiera saber, si será niño o niña.
Al final de este mes algunas madres notan sus movimientos, descritos como aleteos suaves, aunque otras no lo percibirán hasta bien entrado el quinto mes.
El pequeño bebé traga líquido amniótico, hace pis, se chupa el dedo y responde a la presión y a vibraciones intensas.
Sus movimientos siguen siendo involuntarios.
Para la pareja el embarazo sigue siendo ”invisible” a no ser que haya visto a su bebé en la ecografía de la semana 12. Sin embargo, su apoyo emocional sigue siendo vital. Se sabe que las mujeres que se siente apoyadas por su pareja, afrontan las incertidumbres e inseguridades del embarazo mejor.
El cordón umbilical se encarga de comunicar al bebé con la placenta. Es un tubo formado por una gelatina muy gruesa para que no pueda doblarse y en su interior hay tres vasos sanguíneos, una vena grande y dos arterias pequeñas.
Al final del embarazo puede llegar a medir medio metro y lo normal es que se enrosque en alguna parte del bebé sin que ocurra nada, está preparado para ello.