Evaluar las constantes vitales de la mujer, frecuencia cardiaca, tensión arterial, temperatura, permite la valoración de riesgos y detección de posibles problemas que podrían alterar el proceso del parto.
Se recomienda la toma de constantes con una periodicidad de cuatro horas.
También te preguntarán por la micción, el estado de ánimo, tolerancia al dolor pero son controles más subjetivos y difíciles de evaluar.
Si tienes puesta analgesia epidural, los controles de temperatura, pulso y tensión son más frecuentes. Tras su administración, la tensión y el pulso suelen ser controlados cada 5-10 minutos y se van espaciando a medida que la anestesia no ha producido ninguna reacción ni efecto indeseable sobre la madre ni el bebé, hasta tomarlos una vez cada 1-2 horas. La temperatura con la epidural al principio es cada 2 horas, pero pasadas unas 4-5 horas con el anestésico, es conveniente tomarla cada hora.
Siempre se anima a la mujer con epidural a orinar por sí misma, pero, en muchas ocasiones, puede ser necesario el sondaje vesical evacuador (se pone una cánula y se quita tras la salida de la orina) pues el anestésico produce la retención de la orina hasta tal punto que puede dificultar el descenso de la cabeza del bebé o dañar la vejiga por sobre distensión.
Tema desarrollado por el grupo Maternidad y Más.