Se efectúa mediante un corte en el periné, de tal forma que la abertura natural de la vulva se incrementa algo más y, de esta manera, se pretende hacer favorecer y agilizar el momento del nacimiento.
Es una técnica que es tan útil cuando está bien indicada, como improductiva e innecesariamente lesiva cuando se utiliza de forma rutinaria sin atender a los criterios en los que debe practicarse.
Hay que tener en cuenta que cuando se considera indispensable, es porque se valora que los beneficios que se obtienen de ella superan con creces a los inconvenientes que ocasiona. Lo más razonable y en esta consideración estamos la mayoría de los profesionales, que se use restrictivamente, entiéndase cuando existe una pauta inequívoca que lo aconseje. Así la Organización Mundial de la Salud, recomienda que el porcentaje en los que se utilice no supere un 10% de los partos.