Características de la alimentación en la infancia

Vie 16 de Mar de 2018

La alimentación en la infancia tiene unas características específicas y comunes con las del resto de la población.

Los consejos son los siguientes

  • Los horarios de las comidas deben ser regulares.
  • Hay que comer despacio, masticando bien. Mejor comer sin televisión ya que al niño mal comedor le distraerá y no comerá, y al que come mucho, lo hará sin darse cuenta ingiriendo más cantidad.
  • Para beber lo mejor es el agua; no sustituirla por zumos envasados o refrescos, ya que presentan en su composición mucho azúcar y, por lo tanto, aportan muchas calorías vacías (sin nutrientes).
  • Hay que evitar la comida precocinada, tiene más grasas y más sal.
  • Cocinar más veces a la plancha, en el horno, por cocción o al vapor, menos fritos, empanados y rebozados.
  • El niño no debe picar entre horas porque supone un aporte de calorías sin nutrientes. La mayoría de los picoteos son alimentos con alto contenido en sal o azúcares.
  • La alimentación debe ser completa, equilibrada y variada. Hay que acostumbrar al niño a los alimentos frescos, naturales, sin condimentos y bajos en sal. La sal no es necesario añadirla ya que la sal que llevan los propios alimentos es suficiente para las necesidades diarias.
  • Es importante que tanto la familia como el colegio se impliquen en conseguir una alimentación saludable y equilibrada, enseñando a nuestros hijos a elegir alimentos saludables.
  •  No se debe emplear nunca los alimentos como premio o castigo, ya que esto puede conducir a conductas alimentarias negativas: caprichos, rechazo o aversión por ciertos alimentos.
  • Procurar que el niño no adquiera conductas caprichosas y monótonas, con preferencia hacia unos alimentos y aversión hacia otros, pues este hábito puede conducirle a una alimentación deficitaria en algunas sustancias nutritivas.
  • Si el niño rechaza un alimento esencial, estudiar la forma de sustituirlo por otro de valor nutritivo similar, o mezclarlo con condimentos u otros alimentos que lo enmascaren. Intentar diferentes modos de preparación de estos alimentos clave. Por ejemplo: puré de legumbres y verdura, echar leche a las tortillas y a los purés, albóndigas de pescado, espinacas con bechamel, croquetas de espinacas, etc. Aunque se debe respetar sus preferencias y el apetito del niño, es importante que aprenda a comer de todo.
  • Si se queda a comer en la guardería o colegio, es preciso conocer el menú de cada día con el fin de completar y equilibrar la dieta con las comidas de casa.
  • A la hora de introducir alimentos nuevos, hacerlo progresivamente y al principio de cada comida, que es cuando el niño tiene más apetito.

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