Dependiendo del momento del desarrollo en que se encuentre el bebé, las actividades que podemos realizar con él para estimularlo serán diferentes.
1 mes
Al recién nacido se le debe hablar y acariciar suavemente. De esta manera se fomenta el vínculo entre los padres y el hijo.
Es importante desde el nacimiento, expresarle muestras de cariño.
2 meses
En este momento sigue siendo importante los cariños y relacionarse con nuestro bebé para desarrollar el apego, ya que a partir de esta edad comienza a crear lazos afectivos con quienes le rodean.
Hay que utilizar objetos grandes, sonoros y de colores vivos para llamar su atención.
Cuando esté despierto, nunca dormido, se le debe poner boca abajo para que pueda fortalecer la musculatura del cuello y de la espalda, y así evitar la plagiocefalia postural.
4 meses
Sigue siendo importante hablarle, cantarle, y estimular al bebé sin excitarlo demasiado, de forma tranquila.
Hay que ofrecerle juguetes apropiados a su edad, ya que tenderá a llevárselos a la boca para reconocerlos.
Al igual que a los dos meses, cuando esté despierto hay que ponerle boca abajo para continuar cogiendo fuerza en el cuello y la espalda.
A esta edad ya se le puede estimular para mantenerlo sentado, para ello puede ser útil elevar el respaldo de su silla de paseo.
6 meses
Hablarle y jugar con él.
Incorporarle para que esté sentado e ir estimulándole el inicio del gateo.
Cuando se bañe, dejarle que chapotee en el agua con manos y pies.
Hablarle con palabras bien vocalizadas.
Es útil el parque o una alfombra para el suelo ya que se intentará desplazar para llegar a algún objeto que le llama la atención, bien volteándose o gateando).
No es adecuado el taca-taca, ya que no es cierto que estimule el aprender a caminar y puede dar lugar a muchos accidentes caseros.
Jugar al escondite, bien de personas o cosas.
Es bueno repetir sus sonidos y gestos.
Estimular a que coja su biberón.
10 meses
Seguir hablándole y jugando con él.
Contarle cuentos sencillos, con muchos colores, elementos cotidianos o animales.
Elogiar y alabar al niño por su buena conducta.
Dejar que el bebé explore su cuerpo cuando se baña o se le cambia el pañal.
Ayúdale a levantarse y a dar pasos hacia adelante, atrás y los lados.
Jugar a decir adiós, hola, aplaudir. Imitar “cinco lobitos”.
Decirle los nombres de las personas para que las conozca.
La música es un complemento muy bueno en el juego.
Darle órdenes sencillas para ver si las realiza (“di adiós”).