Si has elegido la presentación líquida, simplemente tendrás que echar en el biberón la cantidad de leche que necesite tu bebe y dárselo.
Pon al bebé en posición semiincorporada (ni sentado ni tumbado, sino recostado). El biberón se debe colocar de tal forma que la tetina esté siempre llena de leche, para que no ingiera aire. Prepara más leche de la necesaria, ya que pueden existir diferencias entre las distintas tomas. Cuando rechace la tetina con la lengua, deberemos dejar de insistir.
Es aconsejable que durante la toma y sobre todo al final, el niño eructe, porque llenan su estómago de aire con lo que se provoca una falsa sensación de saciedad.
No es necesario hervir sistemáticamente las tetinas ni los biberones si el agua corriente es apta para el consumo humano. Se recomienda limpiar biberones y tetinas con agua caliente, detergente y un cepillo adecuado. También en lavavajillas.
El contacto continuo de los dientes con bebidas azucaradas favorece la aparición de las llamadas “caries del biberón”. Por eso, cuando quieras dar líquido a tu hijo entre tomas, dale agua, no zumos u otras bebidas azucaradas. Asimismo, evita que el niño permanezca en la cuna con un biberón en la boca.
En cualquier caso, si por la razón que fuera, se administró un biberón de leche artificial a un bebé alimentado al pecho, no debe asumirse que necesariamente ha de ser la despedida de la lactancia natural. La forma de mantener la producción de leche materna es el vaciado del pecho, ya sea por succión directa del niño o por medio de un dispositivo “sacaleche” o de forma manual. Por esta razón, siempre que sea necesaria la alimentación con biberón de un bebé amamantado hasta ese momento solo de forma natural, es muy recomendable comenzar en cada toma por ponerlo primero al pecho, con el biberón ya preparado al lado, y luego, tras una pausa, ofrecerle la leche artificial para terminar de saciar su apetito. Si notas que el niño toma poco biberón, es muy probable que le llegue con el pecho solo, ¡inténtalo de nuevo! y confía en tu capacidad para alimentarlo únicamente con tu propia leche.
Y, por último, si decides relactar o dar lactancia mixta, aunque en el momento actual tu bebé solo tome biberón, acude a la consulta de la matrona. Ella estará encantada de asesorarte.