La audición juega un papel crucial en el desarrollo de los niños, especialmente en aquellos que aún no han adquirido el lenguaje. La falta de audición o déficit auditivo puede llevar a dificultades en el desarrollo cognitivo, así como a problemas en las relaciones interpersonales y en el ámbito emocional, pudiéndose reflejar en el rendimiento escolar y en la capacidad de interactuar socialmente. En cuanto a su incidencia, un 80% de alteraciones auditivas infantiles estarán presentes desde el nacimiento, y un 60% de los casos, se deberán a causa genética o indicador de riesgo.
Con la detección precoz se evitan las consecuencias de esa hipoacusia y permite instaurar medidas terapéuticas y estimulación tempranos. Esta prueba consiste en la realización de Potenciales Evocados Auditivos de Tronco Cerebral Automatizados (PEATC-A).
Con la realización de estos programas, conseguiremos detectar de forma precoz mediante un método fiable y sencillo los casos de pérdida auditiva en los recién nacidos (RN), con su consiguiente diagnóstico, tratamiento temprano, y seguimiento multidisciplinar.