CÁNCER DE CUELLO UTERINO O CÉRVIX
¿Qué es el cáncer de cuello uterino o cáncer de cérvix?
Es un tumor de crecimiento lento, que afecta al cuello del útero o cérvix, zona del aparato genital femenino que comunica el útero con la vagina.
Generalmente tarda más de 10 años en desarrollarse, por lo que se dispone de un plazo prolongado para su detección, tratamiento y curación. Al principio no produce síntomas de ahí la importancia de la detección precoz o cribado.
¿Cuál es su principal causa?
El virus del papiloma humano o VPH es el responsable de la mayoría de los casos de este tipo de cáncer.
- Virus de alto riego u oncogénicos (VPH-AR) por su capacidad de desarrollar lesiones premalignas y cáncer. Dentro de este grupo los tipos 16 y 18 son los más importantes dado que son aproximadamente los responsables del 70% de los cánceres de cuello uterino.
- Virus de bajo riesgo (VPH-BR), no están relacionados con el cáncer, pero causan lesiones benignas (verrugas genitales o condilomas). Los tipos 6 y 11 causan el 90% de las verrugas genitales.
¿Cómo se detecta el VPH?
La infección por el VPH no da síntomas (no se asocia ni a picor, ni a mal olor, ni a un cambio en el flujo), así que la manera de detectarlo es participar en el programa de detección precoz o cribado de cáncer de cuello uterino o cérvix, donde se realizan pruebas específicas según la edad de la mujer.
El VPH se detecta mediante el análisis de una muestra que se coge del cuello del útero, habitualmente esta prueba de detección del VPH se realiza en la misma muestra que se coge para la citología (prueba que sirve para mirar con detalle las células del cuello del útero en busca de lesiones premalignas).
¿Cómo se transmite?
Se transmite durante las relaciones sexuales no protegidas, incluso sexo oral, con una persona que tiene la infección. Cualquier persona sexualmente activa puede contraerla ya que su infección es muy frecuente.
Hasta el 80% de la población tiene contacto con el virus en algún momento de su vida, convirtiendo así la infección por VPH en la infección de transmisión sexual más frecuente. Y al no dar síntomas toda persona infectada puede transmitirlo sin saberlo.
Lo más habitual es que la infección sea transitoria, el sistema de defensa acabe con el virus, y se resuelva espontáneamente en los dos años siguientes a su adquisición sin producir ningún tipo de síntoma ni dejar ningún tipo de secuela. En cambio, hay un 10-15% de población en los que la infección por VPH no desaparece y persiste en el tiempo, llegando a producir cambios en las células del cuello uterino que, a su vez, puedan desencadenar lesiones premalignas y cáncer.
¿De qué depende? ¿Qué factores dificultan la eliminación del virus y favorecen el desarrollo del cáncer de cuello uterino?
- Tipo de VPH y la carga vírica (cantidad del virus)
- Alteración de las defensas o del sistema inmune.
- Tabaquismo.
¿Qué puedes hacer?
El VPH se elimina gracias a nuestras defensas por lo que es muy importante tener una vida sana con una dieta equilibrada y ejercicio físico.
No fumar y mantener relaciones sexuales protegidas (utilizar preservativo) han demostrado ser útiles para la eliminación del VPH.
¿Una infección previa por el VPH te protege frente a otras nuevas?
No, las mujeres que han superado una infección por el VPH siguen corriendo el riesgo de reinfectarse con otros tipos de VPH y/o de una posible reactivación de los adquiridos previamente y que estaban en estado latente. Debe seguir cribándose de forma periódica.
¿Qué lesiones produce el virus del papiloma de alto riesgo (VPH-AR) a nivel de cuello uterino?
Los cambios de las células se pueden dividir en categorías según sean más o menos importantes:
- LSIL/CIN1: Son lesiones muy leves que informan de que existe infección por el VPH. No se consideran lesiones premalignas y la gran mayoría (el 80-90%) desaparecen solas sin necesidad de hacer ningún tratamiento. Habitualmente se realizan controles, con la periodicidad que indique el médico de referencia, para ir controlando su evolución.
- HSIL /CIN2: Son alteraciones moderadas. A pesar de que un porcentaje importante de estas lesiones se eliminaran sin necesidad de hacer tratamiento (especialmente en mujeres jóvenes), son lesiones más importantes que las de LSIL/CIN1 por lo que, en general, se tratan. En casos excepcionales puede hacerse un seguimiento a la espera de que la lesión desaparezca sola; si no es así, hay que tratarlas.
- HSIL/CIN3: Son lesiones premalignas de mayor importancia ya que tienen más riesgo de progresar con el tiempo a un cáncer. A pesar de ello algunas de estas lesiones (alrededor del 20%) se pueden eliminar solas. Sin embargo, como un porcentaje más importante puede progresar a cáncer, casi siempre se tratan.
¿Cómo se puede prevenir?
- La vacunación frente al VPH, incluida de forma rutinaria y financiada en el calendario vacunal vigente en Extremadura para niños y niñas de 12 años. La vacuna permite crear las defensas (anticuerpos) contra el VPH de modo que previene la infección en caso de contactar con el virus: los anticuerpos inducidos por la vacuna impiden que el virun las células y las infecte.
- Participar en el programa de detección precoz o cribado del cáncer de cérvix, basado en la realización periódica de la citología cervical o de la prueba de VPH, en función de la edad de la mujer. Con el cribado se intenta diagnosticar una enfermedad en mujeres que no tienen síntomas (en fase muy inicial) o bien antes de que aparezca (en fase de lesión premaligna).
- Relaciones sexuales protegidas, utilizar el preservativo (cuadrante de látex o preservativo de látex) para disminuir el riesgo de contraer la infección, aunque estos no pueden ofrecer una protección total contra el VPH, pues el virus puede afectar a zonas no cubiertas por él.
¿Cuál es el objetivo del programa de detección precoz de cáncer de cuello uterino?
Detectar de forma precoz lesiones premalignas asintomáticas, cuyo diagnóstico y tratamiento evita su progresión a cáncer, y el cáncer en sus fases iniciales.
¿Quién debe participar en este programa de prevención?
Toda mujer que tenga entre 25 y 65 años residente en Extremadura.
¿Qué mujeres no deben participar?
- Las que nunca hayan mantenido relaciones sexuales.
- Las que se les ha realizado una histerectomía total (no tienen útero ni cuello de útero)
- Las que actualmente tengan molestias ginecológicas o genitales. En este caso debe acudir a su médico/a de familia para valoración.
¿Cómo participar en el programa?
Le llegará a su domicilio una carta- invitación para acudir a su Centro de Salud o Centro de Planificación Familiar (COPF).
Pedirá cita con su matrona o profesional de COPF en la semana indicada.
En dicha consulta le realizará una entrevista para determinar si usted cumple criterios para realizarle la prueba de cribado en ese momento como:
- no estar embarazada
- no tener antecedentes ni estar diagnosticada o en tratamiento de cáncer de cuello de cuello uterino.
- no presentar sintomatología compatible con cáncer de cuello uterino.
¿Cuáles son los síntomas del cáncer de cuello uterino?
- Sangrado entre ciclos menstruales, después de las relaciones sexuales o tras la menopausia.
- Dolor o molestias durante las relaciones sexuales.
- Secreciones vaginales anómalas.
Estos síntomas no son sinónimo de cáncer, pero ha de consultar siempre al médico, independientemente de la edad y de cuándo fue la última vez que se hizo la citología o la determinación del VPH.
¿Qué prueba es y en qué consiste?
Las pruebas son citología líquida y determinación de VPH, están basadas en recoger una muestra de las células que recubren el cérvix o cuello uterino mediante una pequeña espátula o un cepillo, para posteriormente ser analizada en el Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario de Badajoz. El análisis de esta muestra nos permite detectar alteraciones celulares sugerentes de lesiones premalignas (citología cervical) o la presencia del virus, es decir, nos informa si hay infección o no y el tipo responsable de la misma (prueba de VPH).
Es una prueba sencilla e indolora, realizado por el profesional sanitario del COPF o el matrón/a mediante la colocación de un instrumento llamado espéculo a través de la vagina que permite visualizar el cuello uterino y recoger la muestra.
¿Cuándo está indicada una u otra?
Hay dos tipos de pruebas según la edad:
- Si su edad está comprendida entre 25 y 34 años, se realizará citología cada 3 años.
- Si su edad está comprendida entre 35 y 65 años, se le realizará determinación del virus del papiloma humano cada 5 años.
Las mujeres menores de 25 años o mayores de 65 años no son candidatas para participar en el programa, ya que la evidencia científica muestra que es a partir de los 25 años cuando el programa tiene beneficios para las mujeres, puesto que la infección por el VPH es muy frecuente en mujeres jóvenes y casi siempre transitoria, y en mayores de 65 años, si se ha seguido el programa de detección precoz, es muy poco probable que se desarrolle la enfermedad.
¿Cómo debes acudir para hacerte las pruebas?
- No se puede acudir con la menstruación.
- No haber usado óvulos ni cremas vaginales durante las 3 noches anteriores.
- No haber tenido relaciones sexuales en las 24 h anteriores.
- Esa mañana debe lavarse la zona genital externamente, sin introducir agua en la vagina.
- Acudir con ropa cómoda y fácil de quitar y poner.
¿Qué resultados proporciona el Programa?
La mayoría de las mujeres tendrán un resultado normal. Aquellas mujeres con resultado positivo o anormal se las derivará a su profesional sanitario responsable para que les informe del significado de obtener un positivo a la prueba, así como para la derivación al Servicio de Ginecología para obtener el diagnóstico definitivo.
La citología y prueba del VPH no son pruebas diagnósticas, sirven para determinar que personas tienen un riesgo más alto de tener una lesión cervical, en cuyo caso sería necesario realizar un procedimiento específico, colposcopia y biopsia.
Posibles resultados
- No valorable: será informada por su matrón/a o profesionales del COPF para repetirse la prueba nuevamente en 3 meses, además de recibir una carta recordatoria de ello.
- Negativo: el riesgo de tener lesiones premalignas es muy pequeño y la falta de detección del VPH puede ser debido a que el virus ya no esté presente en el tejido o a que está presente pero controlado por el sistema inmunitario y no puede ser detectado por las pruebas del VPH, por ello, seguirá con controles rutinarios.
Recibirá una carta de invitación para repetirle la prueba en 3 años si su edad está comprendida entre 25 a 34 años, y cada 5 años si su edad está comprendida entre 35 a 65 años.
- Positivo a la citología indica que se detectan células anómalas que precisan completar estudio, y positivo a la prueba de VPH indica que tiene un tipo de VPH que podría estar relacionado con una lesión en el cuello uterino. Esto no significa que tenga cáncer. Cuando la prueba de cribado es positiva, se realiza colposcopia y biopsia para obtener un diagnóstico definitivo. Si tras la biopsia existe una lesión premaligna, el tratamiento que se suele indicar es una conización que consiste en extraer una pequeña muestra de tejido del cuello uterino en forma de cono.
Recibirá una carta para informarle que deberá pedir cita con el profesional sanitario que le realizó la prueba, quién la derivará al Servicio de Ginecología para obtener un diagnóstico y descartar que existan lesiones precancerosas o cáncer de cuello uterino.
¿Cómo se diagnostica una lesión precancerosa o un cáncer de cuello uterino?
Una vez derivada al ginecólogo/a por resultado positivo o anormal a las pruebas de cribado, la valorarán mediante los siguientes estudios:
- Colposcopia: Consiste en mirar el cuello del útero mediante un lente de bajo aumento llamado colposcopio. Tras aplicar unos líquidos, las lesiones premalignas del epitelio se hacen visibles. Esta prueba no suele producir molestias diferentes a las que pueda producir la toma de una citología.
- Biopsia: Si la colposcopia detecta alguna alteración en el cuello uterino sugestiva de lesión, su ginecólogo realizará una pequeña biopsia de esta. Para ello se utilizan unas pinzas especiales que obtienen un pequeño fragmento de tejido. Suele realizarse sin ningún tipo de anestesia en la mayoría de los casos, la molestia es escasa y tolerable. Tampoco requiere analgesia ni reposo tras su realización. El análisis de la biopsia aporta el diagnóstico definitivo. Este diagnóstico es esencial para definir en qué casos será necesario tratar o en cuales es suficiente con realizar controles periódicos según el grado y características de la lesión y la paciente.
¿Cómo se tratan las lesiones producidas por el VPH?
El VPH no tiene un tratamiento específico antivírico (el sistema inmune de la persona infectada eliminará el virus en un 80%, desapareciendo sin causar ningún problema). Pero sí existen tratamientos para las lesiones que produce y, así, evitar que estas lesiones den lugar a un cáncer.
Cualquier tratamiento de las lesiones premalignas del cuello del útero se realizan bajo visión colposcópica.
Existen varios tipos de tratamiento que permiten destruir o extirpar las lesiones producidas por este virus, todos ellos igual de efectivos:
La principal es la conización cervical, se trata de una intervención quirúrgica que consiste en extirpar la zona del cuello del útero que contiene la lesión premaligna. Esta intervención puede realizarse con anestesia local o con general, es poco agresiva, sin apenas dolor en el postoperatorio y muy conservadora (permite que el cuello del útero mantenga su función y por tanto no altera la capacidad reproductiva).
La crioterapia, coagulación térmica y la vaporización con láser de CO2 son tratamientos que destruyen la lesión premaligna mediante congelación, mediante calor aplicando un láser, sin obtener una pieza para su estudio. No requieren anestesia y la molestia que produce es fácilmente soportable.
Tanto la extirpación como la destrucción de las lesiones se consideran tratamientos conservadores ya que permiten que el cuello del útero, tras su curación, se regenere en gran medida sin impacto en la salud reproductiva de la mujer y por tanto en su capacidad para quedar embarazada. Sólo cuando estos tratamientos se realizan sobre una amplia área lesional o cuando se repiten porque reaparece la lesión, pueden repercutir en la capacidad reproductiva.
Posibles beneficios y riesgos de la prueba de cribado
- Beneficios: Ha demostrado claramente su eficacia porque aplicada de forma adecuada y sistemática en determinados países ha conseguido reducir en un 70-80% la incidencia y mortalidad por este cáncer. Se estima que en nuestro país más del 60% de los cánceres de cérvix se dan en mujeres que no se han hecho pruebas de cribado o con cribado inadecuado.
- Riesgos: Los posibles riesgos o daños perjudiciales del cribado del cáncer de cuello uterino no derivan de la prueba de cribado en sí, sino del tratamiento(conización). En ocasiones causa sangrados o infecciones y también podría afectar a futuros embarazo por tener mayor riesgo de parto prematuro.
- Daños físicos: como molestia o hemorragia debidos sobre todo a las pruebas diagnósticas.
- Daños psicológicos como la ansiedad debida a un resultado positivo.
- Lesiones y pruebas innecesarias como consecuencia de resultados falsos positivos a las pruebas, y enfermedad no diagnosticada debido a resultados falsos negativos.
A considerar
- El cribado es un proceso, no una prueba, mediante el cual se deriva a las pruebas de confirmación diagnóstica (colposcopia y biopsia) a todas las mujeres que tengan mayor riesgo de tener un precáncer actual o incipiente, dirigir a control rutinario a aquellas que tengan un riesgo bajo y mantener bajo vigilancia a las que tengan riesgo intermedio.
- El manejo temprano de las lesiones positivas de VPH en mujeres mayores de 35 años no conduce a sobretratamiento sino al tratamiento temprano de las lesiones precancerosas.
- Es muy común tener un resultado patológico, lo cual no implica tener cáncer.
- El cérvix afectado por el virus puede recuperarse espontáneamente.
- La mayoría de las muestras son normales y/o pequeñas alteraciones sin importancia.
¿Necesitas contactar con el Programa de Cribado de Cáncer de Cérvix de Extremadura? Puedes hacerlo de la siguente manera:
Teléfono: 924 48 41 42 (en horario de 8h a 15h, de lunes a viernes)
Correo electrónico: programacribadocervix@salud-juntaex.es
Dirección postal:
Servicio Extremeño de Salud
Dirección General de Salud Pública
Unidad de Programas
Avenida de las Américas, 2
06800 Mérida (Badajoz)
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