CAMPAÑA ¿PUEDO TENER LA HEPATITIS C?

Os hacemos partícipe de la campaña informativa y de sensibilización, elaborada y lanzada de manera conjunta por el Servicio Extremeño de Salud (SES) y Fundesalud (Fundación para la Formación e Investigación de los Profesionales de la Salud), con el objetivo de fomentar la detección de la infección por el virus de la hepatitis C en personas asintomáticas.

Jue 22 de Dic de 2022
Educación para la Salud

La hepatitis C es una enfermedad causada por un virus que inflama y daña el hígado y, aunque para su diagnóstico solo se precise un análisis de sangre, una de cada tres personas que la padecen, lo desconoce.

Quizá esto se deba a que por lo general cursa de manera asintomática o con una clínica que suele ser muy inespecífica: fatiga, fiebre, orina de color amarillo oscuro, heces claras, picor generalizado, dolor muscular, dolor de articulaciones, pérdida de apetito y de peso, náuseas, vómitos, dolor abdominal, coloración amarilla en la piel y mucosas, entre otras, que puede hacer que la infección pase desapercibida. En ocasiones, cuando aparecen los síntomas, la infección se encuentra en una situación avanzada y la persona sufre importantes daños.

La infección por el virus de la hepatitis C, a veces cursa de manera aguda, resolviéndose sin complicaciones en pocos días o semanas, y, en otras ocasiones, se desarrolla como enfermedad crónica de por vida con consecuencias graves para la persona, que puede llegar a desarrollar cirrosis y/o hepatocarcinoma, llegando incluso, a precisar trasplante hepático o a morir.

Las VÍAS DE TRANSMISIÓN conocidas son las siguientes:

  • Sanguínea
  • Materno filial: de madre a hijo/a durante el embarazo o parto al entrar en contacto la sangre
  • Sexual: al mantener relaciones en las que haya exposición a fluidos potencialmente infectantes (sangre y, en menor medida, semen, saliva y otros fluidos corporales)

Así, es conveniente realizar la prueba de detección de la infección por el virus de la hepatitis C, si existen síntomas, o si se ha podido estar expuesto al virus en alguna/s de las siguientes circunstancias:

  • Haber recibido transfusión de sangre o plasma y/o haber sido sometido a intervención quirúrgica o trasplante antes del año 1991, pues con anterioridad a esa fecha no se analizaba ni la sangre ni los tejidos u órganos en busca de agentes transmisibles.
  • Compartir agujas u otros materiales utilizados para consumir drogas inyectadas o inhaladas.
  • Realizarse alguna técnica de decoración corporal (tatuaje, micropigmentación, piercing, acupuntura...) en un establecimiento sin garantías de cumplimiento de las medidas higiénicas y/o sanitarias necesarias.
  • Tu madre o pareja sexual ha tenido hepatitis C.
  • Mantener relaciones con múltiples parejas sexuales.
  • Realizar prácticas sexuales de riesgo.
  • Tener VIH o hepatitis B.
  • Alteración injustificada de los resultados analíticos de la función hepática.

Se recomienda hacer cribado del virus de la hepatitis C, virus de la hepatitis B y VIH, a todas las personas con prácticas de riesgo. Se repetirá cada 6 o 12 meses si se mantienen.

DIAGNÓSTICO

Para llegar a diagnosticar la infección por hepatitis C tan solo es necesario un sencillo análisis de sangre específico para detectar esta infección y, si se considera oportuno, también se determina la carga viral en la misma muestra de sangre.

Se trata de una prueba confidencial, gratuita y voluntaria, tras un consentimiento informado verbal o escrito y registrado en la historia clínica del paciente. Si el resultado es positivo, la persona afectada será derivada a atención especializada para control y seguimiento, recomendándole que extreme las precauciones para no transmitir la infección. Si es negativo, se recordarán las vías de transmisión y se incidirá en las medidas de prevención para no contraer la infección.

TRATAMIENTO

Aún no contamos con vacuna preventiva, pero sí se dispone de un tratamiento que puede conseguir tasas de curación de la hepatitis C crónica de hasta un 95%.

Se trata de fármacos antivirales, de administración oral y bien tolerados por sus pocos efectos adversos, que en 8-16 semanas consiguen eliminar el virus y, por tanto, el desarrollo de la infección y sus daños.

Lo importante es la prevención, pero si crees que has podido estar expuesto al virus de la hepatitis C, lo mejor es acudir a un centro sanitario y solicitar la prueba de detección para tener cuanto antes un diagnóstico y acceder con brevedad al tratamiento.

A continuación os dejamos los materiales de esta campaña.

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