Paralelamente al control de la actuación inspectora de empresas y establecimientos comerciales, la Inspección de Consumo realiza, de forma programada y sistemática, el control de calidad sobre todos los productos y bienes de consumo existentes en el mercado, con el fin de detectar la existencia de adulteraciones, fraudes o incumplimiento de la normativa sobre composición y seguridad.
Complementariamente al CONTROL SISTEMÁTICO, se están efectuando controles analíticos intensivos, a través de las CAMPAÑAS de TOMA DE MUESTRAS de los productos relacionados.