Higiene y arreglo personal
Es el conjunto de actividades que realizamos para mantener una imagen cuidada y aseada. Incluye las actividades de afeitado, lavado, cepillado del pelo y limpieza bucal.
¿Qué ocurre cuando hay una alteración cognitiva?
- No encuentro los utensilios necesarios (peine, cepillos, maquinilla de afeitar, etc.)
- Dificultad para manejar los utensilios que antes usábamos con normalidad o dificultad para tener un mantenimiento y cuidado adecuado de los mismos.
- Necesito más tiempo para realizar las mismas tareas y el resultado a veces no es el mismo que antes. O las hago de forma apresurada y descuidada.
- Dificultad para organizar la actividad que tengo que hacer. No sé por dónde empezar, o la secuencia de pasos a seguir no es apropiada.
¿Qué podemos hacer?
- Simplificar el entorno: quitar objetos innecesarios para evitar la confusión.
- Mantener un orden riguroso y dejar cada cosa en el mismo sitio.
- Conservar rutinas y usar siempre los mismos objetos para realizarlas.
- Destinar el tiempo necesario para hacer la actividad de forma autónoma, utilizar elemento externo de apoyo y descanso.
- Utilizar utensilios sencillos y que no impliquen una manipulación continua.
DURANTE EL CONFINAMIENTO
El mayor desafío es no renunciar a las actividades de higiene y arreglo personal.
Debemos mantener nuestros horarios y rutinas, realizando las tareas de higiene y aseo personal propias tras levantarnos.
Cuidar nuestra imagen y afeitarnos con la misma frecuencia que siempre, usando cremas y cosméticos al igual que hacíamos antes.
Mantener nuestra higiene bucal y cuidado de prótesis, sin renunciar a ponernos nuestra prótesis para estar en casa, pues nos ayudará a vernos mejor.
Conservar una buena imagen influirá de forma positiva en nuestro estado de ánimo.
No podemos ir a la peluquería y puede que durante estos días nuestro aspecto varíe un poco (más canas, pelo más largo, etc.), pero eso no debe ser un obstáculo o motivo para no peinarnos, lavarnos y adaptarnos a la nueva situación.
