Hay muchas formas de jugar: individualmente, en pareja, en grupo, bajo techo, al aire libre, con un peluche, un videojuego, un libro, un vehículo, una pelota… Durante la infancia y la adolescencia el juego es esencial para el desarrollo físico, mental, emocional y social.
El juego permite ir descubriendo los distintos aspectos de la vida de una forma emocionante, mágica, divertida. Por ello, sin renunciar a su finalidad lúdica, es importante tener en cuenta su alcance educativo, ya que con él adquirimos valores y hábitos de conducta, aprendemos a relacionarnos con el entorno y fijamos las normas sociales y de convivencia.
Como cada año por estas fechas, buena parte de los regalos irán dirigidos a los miembros más jóvenes de la familia.
Es responsabilidad de las personas adultas facilitarles los más adecuados. Por eso desde la Mancomunidad Integral de Servicios “La Serena – Vegas Altas” (Oficina de Igualdad y Violencia de Género, Centro Mancomunado de Consumo) hemos querido hacer algunas recomendaciones que consideramos importantes al respecto.