Se cree que la sexualidad no existe hasta entrada la adolescencia, pero no es así. Los seres humanos somos sexuados desde que nacemos. Es mucho más que un mero instinto biológico o una conducta, ya que permite sentir, vibrar, comunicarnos y disfrutar a través de todas las partes de nuestro cuerpo.
Hay que enseñar educación y valores sobre la sexualidad, cimentando las bases para que los hijos sean sexualmente sanos. Esto también ayuda a que los niños/as sepan que sus padres están dispuestos a hablar con ellos acerca de la sexualidad.