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Imagen de TC (tomogafía computerizada) con un área de penumbra isquémica en el territorio de la cerebral media izquierda

Modelo de funcionamiento en la atención a pacientes con ictus isquémico agudo

El ictus causa cada año más de 4.000 ingresos en los hospitales extremeños, según informó hoy a Salud Extremadura el neurólogo José María Ramírez Moreno, miembro del comité organizador de las Jornadas del Plan de Atención Sanitaria del Ictus (PASI), que tuvieron lugar en Badajoz los días 30 y 31 del pasado mes de marzo.

Tomando como base los datos del CMBD (Conjunto Mínimo Básico de Datos), la cifra de ingresos por esa causa en los años 2008 y 2009 –los de 2010 todavía no están disponibles— superó los cuatro millares, de los que el 70% fueron primeros eventos y el resto recurrencias. Aunque en Extremadura no hay datos epidemiológicos fiables acerca de la incidencia del ictus, la Consejería de Sanidad publicó en 2009 una aproximación, basada en un método de sistemas centinelas, que establecía una tasa de 200 casos por 100.000 habitantes y año (IC95%: 172-220).

Esta patología es la primera causa de muerte en la mujer y la tercera global –después de las enfermedades cardiovasculares y los tumores y enfermedades del aparato respiratorio--, además de la primera causa de discapacidad en el adulto y la segunda causa de demencia tras la enfermedad de Alzheimer. Los expertos consideran que su incidencia se verá agravada en el futuro a causa del progresivo envejecimiento de la población, un problema que se acentúa aún más en Extremadura.

También es una de las enfermedades que más recursos económicos consumen. El gasto estimado para cada ingreso por ictus es de 5.000 euros, sólo considerando los costes indirectos, ya que si se consideran los indirectos podría llegar, según Ramírez Moreno, a unos 20.000 euros por paciente.

El ictus es una enfermedad cerebrovascular que afecta a los vasos sanguíneos suministradores de sangre al cerebro, que se produce cuando un vaso sanguíneo se rompe o es taponado por un coágulo u otra partícula. Debido a esta ruptura o bloqueo, parte del cerebro no consigue el flujo de sangre que necesita, y la consecuencia es que las células nerviosas del área del cerebro afectada no reciben oxígeno, por lo que no pueden funcionar y mueren transcurridos unos minutos.

Las Jornadas del Plan de Atención Sanitaria del Ictus reunieron en Badajoz a cerca de 300 participantes, una cifra que desbordó las previsiones de los organizadores y obligó a cambiar la sede prevista para el encuentro. Entre ellos se encontraban reconocidos expertos en el ámbito de la patología vascular cerebral, como los doctores Álvarez Sabín y Masjuán Vallejo, dos de los principales impulsores del PASI, y Matías Guiu, director de la Estrategia Nacional en Ictus del Sistema Nacional de Salud.

El principal objetivo de las jornadas era mostrar las evidencias científicas que hacen necesario un profundo cambio en el modelo de atención a estos pacientes, y que exige necesariamente un cambio de mentalidad de los profesionales que los atienden y de las instituciones en las que se acogen.

En 2006, el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología, liderado entonces por el Dr. Alvarez Sabin, publicó el Plan de Atención Sanitaria al Ictus (PASI) con el objeto de marcar las directrices de un sistema organizado de atención al ictus que diera respuesta a las necesidades de cada enfermo y optimizara la utilización de los recursos sanitarios. En 2008, la Estrategia Nacional en Ictus del Sistema Nacional de Salud, dirigida por el Profesor Matias-Guiu, que recogía en gran medida el tipo de modelo organizativo sanitario del PASI, fue aprobada con un amplio consenso por todas las comunidades autónomas, y ese es el modelo que se está desarrollando en la actualidad prácticamente en todas las regiones españolas.

Pero han aparecido nuevos avances en el tratamiento, fundamentalmente en el intervencionismo neurovascular, en los modelos organizativos con la definición de tipos de centros de ictus, y con las posibilidades que ofrece la telemedicina (TELEICTUS) como método para universalizar y mejorar la asistencia en áreas donde existe gran dispersión geográfica como nuestra región. El Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología realizo durante el año 2010 una revisión del PASI, introduciendo estos cambios en el modelo.

La reunión de Badajoz, que ha sido organizada por el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología, junto al Complejo Hospitalario de Cáceres y el Hospital Infanta Cristina de Badajoz, formaba parte de una serie de jornadas que viene organizando en todo el territorio nacional el citado Grupo bajo el título genérico de Plan de Atención Sanitaria al Ictus, con la finalidad de difundir el contenido de este plan.