La revista Scientifics Reports, que forma parte del prestigioso grupo editorial Nature, publicó ayer el estudio “El deterioro cognitivo y psiquiátrico subagudo en Covid-19 grave”, un trabajo de investigación en el que han participado más de veinte hospitales españoles y en el que ha tenido un papel destacado un equipo de investigadores del Servicio de Neurología del Hospital Universitario de Cáceres.
El hospital cacereño ha aportado 25 de los 152 pacientes de Covid 19 que han participado en el estudio, lo que le convierte en el segundo centro hospitalario que más pacientes ha reclutado tras el Hospital Regional de Málaga, desde donde se ha dirigido la investigación.
El equipo de investigadores está formado por los integrantes de la consulta de NeuroCovid de ese hospital, que ha atendido a los pacientes hospitalizados con Covid-19 que han sufrido afecciones neurológicas durante la pandemia. Se trata de los neurólogos Ignacio Casado, María Duque, Victoriano Romero, Mª Dolores Rivas; la neuropsicóloga Felisa Corbacho y la DUE Carmen Acedo.
MEMORIA Y FUNCIONES EJECUTIVAS
Las personas que han formado la cohorte del estudio eran pacientes que sobrevivieron a infección grave por SARS-CoV-2, a los que se les realizó un estudio exhaustivo de funciones cognitivas, así como determinación en plasma de factores proinflamatorios, neurotróficos y neurofilamentos de cadena ligera.
Según señalan los autores, los resultados del estudio “involucran preferencialmente la memoria episódica y de trabajo, funciones ejecutivas, y la atención y afectación relativamente menor de otras funciones corticales. Además, la ansiedad y los cuadros de depresión son constantes en nuestra cohorte”.
“Varias concentraciones de quimiocinas en plasma estaban elevadas en comparación con una cohorte de pacientes ambulatorios neurológicos no infectados con SARS-Cov2 o una población-control sana”, añaden en el resumen de la publicación.
A modo de conclusión, aseguran que “Los pacientes graves de Covid-19 pueden desarrollar síndrome amnésico y disejecutivo con manifestaciones neuropsiquiátricas”, precisando que desconocen “si los déficits detectados pueden persistir a largo plazo y si esto puede desencadenar o acelerar la aparición de enfermedades neurodegenerativas”.
El artículo completo puede consultarse en el siguiente enlace: https://www.nature.com/articles/s41598-022-07559-9