El director general de Planificación y Formación Sanitaria y Sociosanitaria, Luis Tobajas, presentó ayer en Mérida el proyecto de las profesoras Pilar Alcántara y Montserrat Parrales, que bajo el título “El día que todo cambió” quiere sensibilizar a la población acerca de la problemática de la diabetes y, sobre todo, del “estreno” de los pacientes con diabetes tipo 1.
Ambas son madres con hijas que sufren esta patología. Tobajas aprovechó la celebración de la semana de la diabetes para ofrecer los alarmantes datos de esta enfermedad, que sufren 89.000 extremeños, unos 3.000 de ellos de tipo 1, que se manifiesta a partir de la edad pediátrica.
Desde 1991, la OMS estableció el 14 de noviembre como el Día Mundial de la Diabetes debido al incremento de la diabetes durante esos años. Si en la década de los 80 había unos 180 millones de diabéticos, en los 90 pasó a 250 y hoy en día son 450 millones.
Las previsiones son que en 10 ó 15 años se duplique esa cantidad. “Hemos perdido los hábitos saludables, y el sedentarismo y la obesidad están entre los factores de la diabetes tipo 2”, indicó Tobajas.
Es un problema de los países desarrollados y también de los países en vías de desarrollo. La diferencia de la diabetes tipo 1 con la diabetes clásica, la de tipo 2, es que la primera se produce en la edad pediátrica y aunque la del tipo 2 supone el 90 por ciento de los casos de diabetes también la de tipo 1 está aumentando. Por poner ejemplos, en una ciudad como Cáceres se pueden producir entre 11 y 15 casos nuevos al año de diabetes tipo 1.
Respecto a Extremadura, es la región que tiene más bombas de insulina pautadas, un 12%, mientras que la media nacional es de un 4%. Sin embargo, estas cifras están por debajo de la media europea. Finlandia por ejemplo, tiene casi un 40%.
El director general señaló que se ha abandonado la dieta mediterránea y que el 60% de los extremeños lleva una vida sedentaria, solo el 30% consume verduras a diario y apenas el 58% consume frutas a diario. “Es decir, vivimos en un país mediterráneo, pero sólo eso, todo lo demás lo hemos abandonado”, manifestó el director general.
Por su parte, el proyecto “El día que todo cambió” pretende sensibilizar y hacer visible a la sociedad la importancia de un correcto conocimiento de la diabetes tipo 1, compartiendo las experiencias entre familias, y llevando la iniciativa al entorno sanitario y educativo.